¿Por qué aparecen?
El desencadenante es un esfuerzo excesivamente intenso o inusualmente largo, lo que provoca microrroturas en el tejido muscular. Estas microrroturas, a su vez, causan inflamación y un dolor que se agrava el estirar el músculo.
Aparecen entre 12 y 24 horas después del ejercicio. La elevada tensión muscular limita los movimientos, y se experimenta inflamación y dolor. Paralelamente da comienzo la regeneración. Si al cabo de 5 días no se te han ido del todo, ve al médico.
Bolsa de agua caliente: Aplícate la bolsa por el día sobre las zonas donde notes dolor (por ejemplo, puedes colocártela entre la espalda y el respaldo de la silla), y póntela también toda la noche. El aumento del riego sanguíneo contribuye a la regeneración.
Ejercicio suave: Si no te pasas, te hará bien. La razón es que la adrenalina alivia el dolor temporalmente, con lo que podrás hacer movimientos más naturales. Además, mejorará el aporte de nutrientes a tus músculos doloridos.
Friegas suaves: Pero con mucho cuidado. Un masaje de verdad puede ser contraproducente. Lo mejor: el aceite de hipérico.
Pomada antiinflamatoria: Además de favorecer el riego sanguíneo, las friegas consiguen un efecto de drenaje linfático que hace remitir la hinchazón.
Baños calientes: Si echas en el agua un aceite esencial relajante (por ejemplo de eucalipto o romero), el efecto será aún mayor.
Sauna india o inipi: Es la que se hace en una tienda india, con brasas. Aumenta el riego sanguíneo de los músculos. Lo ideal son 3 sesiones (entre 8 y 12 minutos cada una, con pausas de 15 minutos). Luego debes beber al menos 1 litro de agua. Mejor si es agua mineral mezclada con zumo.
Dolor intenso
Analgésicos: Los fuertes son demasiado, pero uno suave está bien. Te ayudará a moverte como una persona medio normal.
Duchas frías: El agua fría adormece los nervios y te calma el dolor, al menos hasta que el medicamento haga efecto. Dúchate primero con agua caliente y luego échate un chorro de agua fría tan sólo sobre los músculos doloridos.
Magnesio: Cuando las agujetas son muy fuertes, suelen ir acompañadas de calambres. El magnesio ayuda liberando tensiones.
Pese a que hay remedios para las agujetas, el mejor de ellos es no llegar a tenerlas. Para ello, te proponemos los siguientes trucos.
Como norma, no aumentes la duración ni la intensidad del entrenamiento más de un 10% por semana. Por otro lado, es importante saber que unas agujetas leves no son malas, sino una señal de que el entrenamiento ha sido efectivo. Incremento > 30% = agujetas
Cuando calientas, envías sangre a los músculos y lubricas las articulaciones, protegiéndote de lesiones innecesarias. Los mejores métodos de cuerpo entero son la elíptica, saltar a la comba y boxear contra un oponente imaginario. Duración: al menos 5 minutos
La pareja perfecta: primero zumo de cerezas y luego café. Los antioxidantes del zumo favorecen la recuperación y la cafeína reduce los posibles dolores, según demuestran sendos estudios de las universidades de Georgia y Vermont (EE.UU.).
2 al día = recuperación más rápida
2 al día = hasta un 50% menos de dolor
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