Desde una visión puramente física y química el cuerpo humano es un tipo de máquina que ingiere combustible (energía química de los alimentos) y la convierte en formas útiles de energía: calor, trabajo muscular, y otras formas de energía como el transporte de sustancias a través de las membranas y la biosíntesis. Los combustibles que consumimos son los macronutrientes: carbohidratos, grasas y proteínas. Cada uno de ellos puede ser quemado en una bomba calorímetra. Los productos resultados son dióxido de carbono, agua y óxidos de nitrógeno procedentes del nitrógeno contenido en las proteínas. Por supuesto su combustión también libera calor. Similarmente, después de su oxidación en el cuerpo, se excretan productos de desecho. Estos son esencialmente dióxido de carbono, agua y urea (la cual contiene el nitrógeno de las proteínas). A veces el tener una visión así de global sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo aclara algunos errores que se comenten o se dicen sobre la nutrición.
Muchas veces se ha utilizado el simil del cuerpo humano con un coche para explicar su funcionamiento y su forma de usar sus carburantes(macronutrientes). En la máquina cuerpo humano el patrón de energía no se adapta al patrón de gasto de energía. Por lo tanto, el organismo debe ser capaz de consumir combustibles (macronutrientes), almacenarlos cuando sea necesario y oxidarlos cuando se requiera. Evidentemente, esto demanda mecanismos de control que son similares al acelerador de un coche que determina cuándo se usa la gasolina del tanque de almacenamiento. No obstante, en la máquina cuerpo humano la situación es más compleja que el flujo de gasolina. En el coche existe solo un motor que demanda combustible. En el cuerpo humano existen múltiples órganos, cada uno con sus propios requerimientos que varían con el tiempo y difieren en cada individuo. Además mientras nosotros llenamos el tanque del coche con sólo un combustible, los seres humanos consumen tres macronutrientes. Cada uno de los órganos del cuerpo tiene sus propios requerimientos particulares para estos macronutrientes.

Reserva de macronutrientes y el flujo diario de combustible.
La máquina humana en condiciones normales suele tener más reservas de grasas y proteínas que de glucógeno (carbohidratos). Esto no es casualidad, aquí es útil pensar en la “estrategia” del organismo para usar sus reservas de combustible. El término “estrategia” simplemente está en los patrones de nuestra evolución y benefician a la supervivencia. Cuando hablo de este tema de reserva de nutrientes no puedo evitar acordarme de la simplicidad con que algunos deportistas piensan que actúa el cuerpo humano cuando hablan de utilizar uno u otro macronutriente, sin tener en cuenta que la máquina humana se va a autorregular según su beneficio y no buscando un trofeo o un aspecto determinado. Ultimamente hay una tendencia a infravalorar los carbohidratos en su función de macronutriente simplemente pensando en su repercusión cuando se toman en exceso en la figura, pero insisto, la máquina humana solo piensa en su supervivencia.
Algunos órganos importantes pueden, en circustancias normales, usar solamente carbohidratos como fuente de combustible. El cerebro es el mejor ejemplo. El cerebro adulto requiere aproximadamente 100g de glucosa por día, cerca de la cantidad de glucógeno almacenado en el hígado. El glucógeno almacenado en el músculo esquelético tiene una función local como fuente de combustible para los propio músculos. Por lo tanto, la reserva de glucógeno puede ser considerada más como un amortiguador diario que como un reserva de combustible a largo plazo.
Aunque parece haber proteína suficientes, no existe una forma específica de almacenamiento de proteínas. Todas las proteínas presentes en el cuerpo tienen una una función definida: estructural, enzimática, etc. Por lo consiguiente el uso de proteínas como combustible involucra un poco de pérdida en la función corporal.
FUENTE: Victor Barrios
* MASTER EN EDUCACIÓN NUTRICIONAL
* MASTER EN MÉTODOS DE ENTRENAMIENTO DE CULTURISMO Y FITNESS
* EXPERTO EN TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO
* EXPERTO UNIVERSITARIO EN DIETÉTICA Y NUTRICIÓN HUMANA
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