Llevar una vida activa y controlar el sobrepeso es tan importante como el tratamiento farmacológico en pacientes hipertensos. Según la Sociedad Española de Hipertensión, la práctica regular de ejercicio aeróbico consigue reducir la presión sanguínea además de controlar otros factores de riesgo como la obesidad y la diabetes.
El ejercicio físico es el mejor método no farmacológico para controlar la presión arterial, según explica el doctor Manuel Luque, responsable de la Unidad de Hipertensión del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid. (SEH-Lelha), el 80 por ciento de los hipertensos diagnosticados no controlan adecuadamente su enfermedad y más de la mitad tienen sobrepeso. “En gran parte”, señala Luque, “porque no se siguen las indicaciones dietéticas y farmacológicas indicadas por el médico. Este tipo de pacientes debe evitar el sedentarismo, moderar la ingesta de sal y el uso excesivo de alcohol.
Tener una presión arterial demasiado baja indica que no se produce adecuadamente la distribución de la sangre a todas las partes del organismo, lo cual hace que aparezcan algunos de sus síntomas más comunes, como son mareos, vértigos, sensación de debilidad o visión borrosa.
Varias son las causas que pueden producir una bajada de tensión:
Un cambio repentino de postura o levantarnos súbitamente de la cama o del sofá. Normalmente suele durar unos minutos.
El calor excesivo puede hacer que a algunas personas les baje la tensión.
Una extracción de sangre o su pérdida debido a una hemorragia es otra causa común de bajadas de tensión. Ojo a esto si queremos donar sangre.
Alimentación deficiente contribuye a tener la presión arterial baja. La carencia de proteínas o vitaminas conlleva a que las paredes arteriales no tengan los nutrientes que necesitan.
Algunos medicamentos pueden producir bajadas de tensión.
FUENTE: Dmedicina
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