La Nutrición es una disciplina de las ciencias de la salud que ha pasado por grandes avanzos científicos en los últimos años. En términos generales el profesional de la nutrición puede actuar en distintos ámbitos: clínica (hospitalaria), administrativa (cocinas industriales, catering), preventiva (atención primaria), marketing (venta de productos), y deportiva (actividad física en general y deportes).
Particularmente la Nutrición Deportiva, impulsada por el fenómeno deportivo de alto rendimiento moderno, ha dejado de ser una práctica especulativa a ser un área del conocimiento que cuenta actualmente con numerosos estudios e investigaciones que compraban su importancia, además de orientar los procedimientos que los profesionales deben adoptar.
Las recientes descubiertas comprueban que una dieta adecuada proporciona la optimización del rendimiento atlético, y también nos permite elegir una conducta alimentaria (nutricional) más adecuada a los diferentes tipos de actividad física y deporte, sea en el ámbito recreativo o profesional.
Respecto a los deportistas, según Maughan (2001), sin una nutrición adecuada el atleta no podrá alcanzar su máximo rendimiento, y además este deportista no podrá mantener su condición atlética como se debería. También es cierto que la recuperación del esfuerzo y de lesiones será más lenta, y que el deportista está más susceptible a injurias y infecciones.
Ya no es un misterio que los deportistas son personas que presentan necesidades nutricionales especiales, sea con respecto a la calidad y la cantidad nutricional. También es cierto que cada modalidad deportiva y intensidad de entrenamiento va a exigir una dieta específica para suplir las necesidades generadas. Sin embargo, nos podemos preguntar: ¿cuáles son los nutrientes que realmente debemos utilizar o añadir en la dieta del deportista?
Lo primero que debemos tener en cuenta para elaborar una dieta, es el tipo de deportistas que estamos tratando, hay que considerar la edad, sexo,
composición corporal, etc. A continuación debemos conocer el tipo de actividad que está desempeñando (en este caso el basket), la fase de entrenamiento (preparatoria, competitiva, descanso, manutención, etc.), la intensidad del entrenamiento (días de entrenamiento semanales, volumen de horas diarias, tipo y intensidad de los ejercicios – técnicos, tácticos, etc.).
Evidentemente existen otros aspectos más específicos y no menos importantes, que no citados aquí, y que también influyen en el momento de establecer una dieta a un deportista (o equipo), como por ejemplo, los aspectos relacionados con hábitos culturales de alimentación, local de entrenamiento y competición, clima, altitud, etc.
Con todo, a partir de estos principios básicos ya podemos seguir con la discusión. La composición de la dieta puede ser dividida en dos grandes grupos: los macronutrientes y los micronutrientes. El primer grupo incluye los carbohidratos, lípidos (grasa) y proteínas. Ya el según las vitaminas, minerales y oligoelementos.
En general la composición de la dieta de un atleta, a parte de tener necesidades calóricas aumentadas, es levemente diferenciada a una persona “normal”: unos 60 a 70% compuesta de carbohidratos (de preferencia las integrales, o sea, complejos); 20-25% de grasa (evitando las saturadas), 10-15% de proteínas (de alto valor biológico). El aumento del aporte energético debe ser realizado de forma proporcional y cuidadosa.
No podemos olvidar de la hidratación. La hidratación debe ser suficiente para reponer el agua y los sales minerales perdidos con el esfuerzo, y debe ser realizada en diversos momentos a lo largo del día, principalmente durante y después de los entrenamientos.
El tema de suplementación debe ser cuidadosamente tratado. En los últimos años, principalmente en virtud de la carga publicitaria asociada a una intensa campaña pró suplementos, ha generado un aumento en su consumo tanto dentro de los gimnasios (de mantenimiento) como en los clubes de alto nivel.
Sin embargo, lo ideal es que el deportista obtenga todas sus necesidades a través de buenos hábitos alimentarios tanto cualitativamente cuanto cuantitativamente, y solamente en casos específicos y particulares debe existir
una suplementación (sea de carbohidratos o proteicas – creatina y otras substancias).
Lo más importante es que cualquier tipo de suplementación debe ser prescrita bajo la aprobación y supervisión del equipo médico y nutricional.
Nos parece que la mejor forma de entender e conocer la nutrición deportiva es buscar ayuda de un profesional de la salud, como un médico o especialmente un nutricionista-dietista especializado. No obstante conocer mejor este tema a través de lecturas puede ayudar bastante.
FUENTE: Dra. Maria Luisa Bellotto.
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