Las frecuencias describen comportamientos alimentarios irregulares; el 54% de las adolescentes deportistas de Patín artístico y el 38% de las estudiantes de la población general manifiestan comer demasiado, así como perder el control sobre lo que comen (46% vs. 43% respectivamente). Luego adoptan procedimientos de purga como los AYUNOS (46% vs. 12%), VÓMITOS (23% vs. 0%), PASTILLAS (14% vs. 2%), DIURÉTICOS (13% vs. 2%) y LAXANTES (9% vs. 0%).
A su vez, el 79% de las jugadoras de Hockey sobre césped también admite haber comido en exceso y haberse atascarse con la comida y el 47% de ellas reconoce haber perdido el control sobre su alimentación sin poder parar de comer.
Conclusiones
Al ser la anorexia y la bulimia dos patrones diferentes de síntomas que corresponden a un trastorno básico en el que están presentes la preocupación por la comida y una imagen corporal distorsionada, surge de este trabajo de campo que las jóvenes deportistas consultadas constituyen un grupo vulnerable a padecer TCA por confluencia de cultura, género y profesión.
Soportan una gran presión para adelgazar, condición analizada por los estudios que observan los problemas nutricionales en mujeres participantes de actividades donde la figura delgada y atractiva son aspectos que se juzgan en la ejecución, y en las que existe un alto grado de exigencia y competitividad, como lo son algunas disciplinas deportivas y artísticas.
Los resultados entran en consonancia con el último informe de la Sociedad Argentina de Salud Integral del Adolescente, que habla de una cuarta parte de la población adolescente con desnutrición y retraso en el crecimiento, y son lo suficientemente ilustrativos de las consecuencias a las que puede conducir el no asignar al tema de la prevención de los trastornos en la alimentación, así como a la problemática vinculada con la insatisfacción corporal, la importancia que en términos sanitarios merecen.
¿Cómo podemos ayudar a una deportista con trastornos alimentarios?
Primero se deben identificar los grupos vulnerables y tratar tempranamente los problemas antes que se desarrollen. Es muy importante para las escuelas, clubes y demás instituciones recreativas, tener organizado un sistema de contralor que permita identificar jóvenes en riesgo, obtener documentación seria y responsable de que el problema existe y canalizar el tratamiento adecuadamente.
Finalmente, alertando sobre los trastornos alimenticios de modo que los docentes, profesionales y preparadores físicos seamos conscientes de este problema, de su gravedad, alta incidencia en nuestro medio, que lo reconozcamos a tiempo y podamos ayudar a su prevención.
En esta dirección es que sugerimos contemplar:
1- La urgencia de que los profesores de Educación Física trabajen bajo Programas Comunitarios de Salud que contemplen específicamente la población de los púberes y adolescentes con sus necesidades.
2- Que los profesionales que estamos asociados al deporte profesional participemos de Proyectos de Prevención de Trastornos del Comportamiento Alimentario dirigido a la población adolescente en riesgo en el ámbito educativo y recreativo (escuelas y clubes).
3- Que los docentes de Educación Física, profesionales y técnicos, implementemos un sistema de seguimiento sistemático de los IMC de los deportistas a cargo y que les facilitemos asesoramiento para una alimentación adecuada en calidad y cantidad.
4- Que los docentes de Educación Física y técnicos, retomen la ayuda de los diferentes profesionales que intervienen en el deporte y trabajen en equipo.
5- Que los docentes busquemos concientizar a las familias a través de los contenidos educativos de que un "cuerpo delgado" no siempre es "un cuerpo sano" y que nunca perdamos de vista los objetivos más trascendentales del deporte: salud y calidad de vida
FUENTE: Medicina y deporte
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